lunes, 23 de enero de 2017

DUENDE JOSELE: "VERSO VERSUS VERSO (Una opinión)"



El mundo todavía no está del todo perdido, quedan artistas como tú, Muy muy pocos, pero estás tú. Contigo jamás pasaré hambre de arte. Gracias Hermano

VERSO VERSUS VERSO (Una opinión)
Se habla mucho estos días de poetas que no saben escribir poesía... ¡Qué cosas!
También se habla de cantantes que sacan libros como churros... de pseudo-románticos, pseudo-rebeldes, pseudo-soñadores que se niegan a llamarse a sí mismos poetas, y sin embargo acaparan las grandes listas de venta de la poesía nacional... (y algunos críticos añaden: "a pesar de una evidente falta de calidad literaria")...
También se habla de oportunismo editorial... de libros infumables... de bellas muchachitas tristes... de guapísimos recitadores profesionales... de padrinos, de madrinas, y de una juventud que confunde versar con conversar....
Lo primero (por ser positivo): el que se hable tanto de poesía, aunque sea mal y sin demasiado conocimiento de causa, es ya un logro en este país nuestro.
Lo segundo (por ser negativo): las disyuntivas "calidad contra cantidad" y "moderno contra clásico" se padecen desde tiempos inmemoriales, y seguramente no se solucionen nunca.
Lo tercero (por ser realista): la culpa no es de ellas ni de ellos, sino de quienes los leen, de quienes los escuchan, de quienes los fomentan y reproducen, de quienes los cacarean como si de una marca o de una moda se tratara.
Mi postura como poeta fue, es y será siempre la misma:
La literatura no se construye con sinceridad, sino con honestidad. Son cosas muy muy muy distintas. Tampoco se construye con buenos sentimientos expresados, sino con sentimientos bien expresados. Son dos aptitudes y actitudes totalmente diferentes.
Confundimos tocino y velocidad porque nos falta criterio. Y nos falta criterio, precisamente, porque conseguirlo cuesta tiempo, esfuerzo y amor, mucho amor, por este oficio solitario y sagrado.
Quienes lo reducen todo a palabras bonitas (satisfactoriamente biensonantes o malsonantes) no sabrán nunca lo que es POESÍA. O, como mucho, sólo conocerán la poca que hay en las palabras, y no toda la que hay en los silencios, en la música de los silencios, en la música de los ecos de los silencios.
Poesía siempre será poesía, aunque cada vez cueste más encontrar POETAS. Son dos axiomas continuos: las modas poéticas (mejores o peores) siempre pasan, pero la poesía como modo siempre queda.
Se habla mucho de escribir bien y de escribir mal, pero olvidamos lo básico: nadie, NADIE, puede escribir bien sin leer bien, sin sentir bien, sin amar bien, sin sufrir bien, sin vivir y morir en lo que lee, en lo que siente, en lo que ama, en lo que sufre y en lo que escribe.
Quien crea que literatura es sólo escritura, va muy desencaminado... Que se meta a taquígrafo, pero no a poeta. Literatura es emoción, acción y, sobre todo, reacción. Personalmente así lo vivo y, después (siempre después), lo escribo. Nunca al revés.
La poesía es conciencia o no es nada. La poesía es trasformación o no es nada. La poesía es vida o termina por ser muerte.
Y no hay poetas a medias. O se es poeta completo o se es poeta vacío.
Todos los que llevamos más de 20 años dedicados a hacerle el amor al folio en blanco, sabemos (y podemos), por supuesto, escribir más "bonito" de lo que lo hacemos... Pero, en poesía, las cosas no funcionan (jamás han funcionado) así... En poesía, belleza es esencialidad, altura es profundidad y la única certeza, por suerte, es la duda.
Son muy vistoso los poetas de colores, pero necesitamos poetas TRANSPARENTES.
Son muy agradecidos los versos fáciles, pero necesitamos versos GRÁCILES.
Bendito y maldito oficio nuestro. Sólo unos pocos lo entienden, lo aprecian y lo aman con justicia. Los demás, de vez en cuando, creen llegar a él por enamoramiento, por despecho y hasta por equivocación... Quizá, seguramente, por un puñado de pseudo-poemas anunciados en la sección de más vendidos o en un escaparate concienzudamente diseñado, como si de la película o del vestido de moda se tratase....
No leáis poesía como quien lee el prospecto de un medicamento o la etiqueta de un champú. Leeros a vosotros mismos al leer poesía.
Y sed felices. Y sed inconformistas. Y comparad. Y elegid.
Y si no podéis ser poetas, sed poesía.
Y si no podéis ser poesía, sed, al menos, lectores de poesía. Pero sedlo dignamente.
Y sabed lo que queréis. Y sabed lo que os hace sentir bien, no lo que otros dicen que os hace sentir bien.
Y vivid, vivid de verdad. Con versos o sin ellos. Eso es lo importante.
Este es mi deseo. Y mi deseo también es mi razón poética.

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