Ayer arrancó otra edición del festival por excelencia Cultura Inquieta. Los encargados del pistoletazo de salida eran unos clásicos del panorama estatal como son Revolver y otra banda llamada Última Experiencia con un bagaje menos alargado en la línea de tiempo pero con una clase e intensidad que a continuación desgranamos.
Cultura Inquieta tiene una virtud y es que en sus carteles siempre hay cabida a bandas consagradas, pero su secreto radica en lo desconocido en lo sorprendente, en esas bandas que huelen a bar, sótano o sala de conciertos pequeña y que destilan calidad por todos sus poros. Ayer se demostró con la banda madrileña Última Experiencia. Nunca os perdáis al “telonero” y más si detrás del evento esta Cultura Inquieta.
Última Experiencia formada
por Miguel Ángel Ariza, guitarra y voz, José Alberto Solís al bajo y Carlos
Lahoz a la batería. A título personal me encantan las bandas con tres miembros
me parece el sonido más crudo y no existe ni trampa ni cartón, del corazón al
instrumento y eso refleja sobre el escenario y más si la banda se mueve por el
grandioso mundo del rock and roll, que es el paraje el que trotan elegantemente
por los madrileños. Sonidos de los 60 y 70 con estilo personal pero sin olvidar
de donde han mamado, haciendo claros sonidos del más puro Hendix y los más
elegantes Zeppelin. 45 minutos de actuación llena de decibelios e intensidad y
una cosa muy importante actitud y ganas de comerse las tablas, cuesta mucho ver
a gente tocar sonriendo y disfrutando y eso se transmite. Muchas gracias Última
Experiencia por los maravillosos conciertos de ayer.
Revolver la banda liderada
por Carlos Goñi lleva 30 años en la carretera y eso se tiene que notar, nunca
fui devoto de esta banda, nunca me transmitieron ni me llegaron con una canción
de las que sonaban por los medios pero tampoco nunca los había degustado en
directo. A la guitarra y voz Carlos Goñi rodeado de bajo, batería y teclado.
Sonido elegante y definido, característico de la banda. No me gustaron, no me
dijeron nada, pero Revolver tiene un público fiel y definido que disfrutó de
todos los temas de principio a fin del concierto, 2 horas de recital con temas
muy coreados y muy aplaudidos. Me llena de gozo ver a la gente cantar, ver a la
gente vibrar y sobre todo ver el poder mágico e infinito que tiene la música.
La música es un ente mágico y grande que está aquí para que nosotros
disfrutemos de este camino cada vez más complicado. Gracias a Revolver por
hacer que la gente sonría, que la gente cante y se olvide por unos instantes de
cualquier mal acuciante. Gracias a Cultura Inquieta por la organización, por la
apuesta y por ser Culturalmente Inquieto.
Gracias David. Abrazos inquietos.
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