CRÓNICA ( DAVID GÓMEZ PIZARRO)
Hay personas con don de gentes y gente con un don, en este
caso el ya habitual en Cultura Inquieta Ara Malikian cuenta con ambas
cualidades en su persona. Ara es una persona muy carismática, con una clase y
versatilidad artística increíble, por eso su conjunción de poderes que hipnotizan
al público más incrédulo. La llegada al Poliderportivo de San Isidro hacía
presagiar lo que luego se confirmó, aforo completo para ver al libanés y su
banda. La lluvia es una preciosa amenaza
para el campo y los tiempos de sequía, pero un peligroso aliado para un
festival al aire libre, respeto absoluto por parte de la amenazadora madre Gea a este respecto, siendo
ella conocedora de la importancia de Cultura Inquieta para remover las mentes y
así poder tratar con un delicado tacto nuestro entorno. Llovió 10 minutos en
los que se paró el concierto por el riesgo que conlleva e inmediatamente empezó la descarga otra vez,
no de agua si no de bella y embelesadora música.
Empezó la música
de la mejor manera con un corte de 18 minutos llenos de belleza en los que había
cabida para tres temas, una versión del gran Jimmy Hendrix un extracto del
Requiem de Mozart y un tema del propio Ara, impresionante. Entre canción y canción
los ya conocidos monólogos de Ara que hacen que las delicias del respetable. El
segundo tema una divertida Danza Armenia seguida de inmediato por una canción
titulada con Con Mucha Nata inspirada en sus inicios como músico y sobre todo
dedicada a su primer violín. El cuarto corte llamado Boken Eggs fue el último
antes de la llamada de atención de la lluvia, que hizo que el recital parara
unos instantes. El regreso fue precioso con una pieza de paganini llamada
Campanella, una autentica obra de arte hecha por y para el violín. Después de
una disparatada historia de un castor, Irlanda, Galicia y crustáceo cirrípedo empezó
la Danza del Perbebe. Llegan momento especiales y esos son cuando suceden cosas
que no te esperas y te encogen el alma, llego Life on Mars una versión de David
Bowie interpretada por a las cuerdas que resultó desgarradora. A continuación
un tema dedicado a su lugar de nacimiento de cuyo nombre no puedo acordarme...
me resultó complicado quedarme con el título debido al idioma, pero sonó
enorme, quijotesco. Anteriormente hablábamos de Bowie, llegó el turno de Led
Zeppelin con Kashmir y de la canción popular griega Misirlou que tanta fama dio
Quentin Tarantino con su obra Pulp Fiction. Requiem para un loco fue su manera
de demostrar que es un auténtico genio a todos los niveles, tanto ejecución
como interpretación. Un pieza de muchos quilates es 1915, una canción dedicada
al genocidio que sufrió el pueblo armenio, que realizo hace dos años cuando se cumplían
100 de tan catastrófica fecha, hizo que hubiera un silencio absoluto y
merecido, una canción emotiva y con un gusto exquisito. Un extracto del tema el
Vuelo del Moscardón de Nicolai Rimsky Korsakov y para finalizar una pieza de
Bach que hizo que los pies volvieran a pisar suelo firme. Ara Malikian es un
genio, es un placer poder paladear semejante
clase y belleza. Gracias Ara, gracias Cultura Inquieta y gracias Madre
Tierra, por ser, por estar y por aguantar.
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