Feminismo radical:
La otra cara.
Un vistazo profundo a la historia que nos
enseñan
… Revelando las mentiras contemporaneas
El feminismo es un conjunto heterogéneo de ideologías y de movimientos
políticos, económicos y sociales, que tienen como objetivo la igualdad entre
hombres y mujeres de todo el mundo. Es un conjunto heterogéneo por sus diversas
modalidades en las que no está de más mencionar el feminismo radical, el
feminismo lésbico, el feminismo cultural, el feminismo filosófico; feminismo
marxista, el feminismo Islámico y el transfeminismo –en este último se aplican
los discursos feministas a los discursos transgeneros, como también las ideas
feministas a este mismo–. Gracias al movimiento feminista y a sus
influencias, las mujeres han obtenido más derechos, como por ejemplo, el
derecho a votar, los derechos reproductivos entre muchos otros.
Las mujeres siempre han sentido que han sido menos preciadas por el hombre.
Que han tenido una vida esclavizada y subordinada a los caprichos de su contra
parte masculina. Estos datos los analizaremos a continuación, dando a conocer,
no información de hace miles de años atrás, sino información de hace algunas
décadas. –Cabe mencionar que hay mujeres feministas que utilizan de argumento
para justificar que todos los hombres son basura, el maltrato y discriminación
que las mujeres de hace miles de años recibieron por parte de los hombres de
esa época.
Existen también muchísimas contradicciones femeninas particularmente por
aquellas que siguen ciegamente los designios y dogmas de Dios y de su propia
religión. Un ejemplo son aquellas mujeres que reniegan usar pantalón como
los hombres porque eso se le atribuye a una moda creada por las mismísimas
manos del diablo. Otra contradicción que perjudica a las mujeres por parte de
sus mismas costumbres religiosas-morales, es que por ejemplo, muchas musulmanas
se ven en la obligación de servir al hombre como lo dicten las leyes del coram
que son las mismas por las que se guía la sociedad islámica. En América latina
también existen diversas contradicciones entre mujeres que afectan a las mismas
mujeres. Tomemos por ejemplo el caso de ser una madre soltera. Una madre
soltera es aún mal vista por la sociedad; tanto por hombres como por las mismas
mujeres. Una madre soltera suele ser una chica adolescente, que por el simple
llamado de la naturaleza sostuvo relaciones sexuales y gracias a una mala
educación sexual ligada la prevención (en un caso de una persona que por lo
menos pueda costearse anticonceptivos) quedó embarazada. Esto a los ojos de
hombres como también a los de las mismas mujeres, la convierte en una puta, en
una fácil, en una descuidada e inepta. Se les cierran muchas puertas y se le
escapan las posibilidades y los sueños que tenía a futuro se esfuman porque la
sociedad no es capaz de tomar consciencia y solo crean prejuicios sobre
la mujer que van creciendo a medida que el vientre de la mujer va haciéndose
más grande con el pasar de los meses. Es una lástima que incluso las mismas
mujeres también se pongan en el papel de juezas para desprestigiar y
desmoralizar a las chicas que se convierten en madres solteras. Eso es parte de
la misma ignorancia femenina que desemboca en un error y también en muchos
otros porque solo generan prejuicios que también caen sobre todos los hombres.
El feminismo no es un movimiento exacto, es como el Marxismo, tiene muchas
vertientes. Lo que sucede, es que en el feminismo como tal, pareciera carecer
de los puntos necesarios para ser considerado un movimiento científico como
puede ser el Marxismo, es un movimiento que pareciera adoptar un significado
propio en cada feminista o en cada ”legión” feminista.
Explotación femenina y explotación masculina.
Mucho se
predica sobre igualdad entre hombres y mujeres, la conocida igualdad de
géneros. Parece ser que el tren de la igualdad para muchas feministas radicales
se desvió de su camino. Quiero decir que hay muchas feministas radicales que no
hablan al pro de la igualdad, sino al pro de una “superioridad de género” que
no es una premisa muy diferente a la de Hitler con la raza aria. No vemos
campos de concentración para hombres, pero si podemos observar y ser víctimas
de forma inconsciente de la propaganda pro-feminismo radical, incluso los
hombres pueden caer en ello sintiéndose como basuras por el maltrato que se les
dio a las mujeres hace miles de años y también por los abusos que reciben
actualmente por parte de hombres que en verdad son malos hombres pero que las
feministas radicales utilizan para colocar a todos los hombres en una etiqueta
de cerdos, sexistas, machistas, descuidado, menos capaces, e inferiores.
Las condiciones de igualdad entre hombres y mujeres pueden existir. No
biológicamente para ser exactos porque hay muchas diferencias entre hombres y
mujeres entre las cuales destaca la fuerza del hombre por ejemplo, y la belleza
despampanantes de muchas féminas. Las condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres pueden existir entre los derechos que estos tengan para con la sociedad
y con su país de origen. Un ejemplo de esto es el servicio militar. En América
latina el servicio militar es obligatorio en caso de que seas un hombre, pero
no en el caso de la mujer. El hombre podría ahorrarse el servicio militar si
sufre de algún problema físico que le impida realizar su servicio militar
correspondiente. Este es solo uno de los muchos casos comparativos que podemos
destacar para mencionar que no existe una igualdad entre hombres y mujeres en el
área de derechos constitucionales de sus países. Existe siempre una especie de
favoritismo hacia algún género, pero el bombardeo constante por parte de los
medios de comunicación nos hace creer que la mujer es la única maltratada y
explotada y que el hombre es el génesis de esa explotación desde comienzos de
la sociedad hasta la actualidad. ¿Pero quiénes tienen más derechos, prioridades
y facilitismo político y judicial? Otro ejemplo que podemos citar es que las
mujeres pueden jubilarse a la edad de 60 años mientras que el hombre puede
jubilarse a no menos de los 65 años de edad. Como si eso fuera poco las mujeres
cuentan con mayor apoyo por parte del estado que el hombre, pero esto se debe a
sus condiciones de madres solteras en casi todos los casos ¿pero acaso los
hombres no merecen una ayuda similar si estamos en condiciones de “igualdad”?
De haber igualdad, entonces que se le dé ayuda a los papás solteros que existan
en el país.
Avancemos ahora a las campañas contra el cáncer de mamas. Creo que está
demás decir qué es el cáncer de mamas así que omitiré esa explicación. El
cáncer de mamas como vemos a diario en la televisión e incluso en el periódico
y en propagandas en la calle parece ser un cáncer asociado único y
exclusivamente para la mujer cuando en realidad no es así. Un hombre también
puede padecer de cáncer de mamas y este riesgo se multiplica si el hombre es
descendiente directo de una mujer que haya padecido de este mal. Esto es algo
que no vemos en las propagandas, no vemos un comercial igualitario para mujeres
y hombres donde se hable del cáncer de mamás y de las revisiones que tanto la
mujer y el hombre deben hacerse para verificar que no padecen de este mal. Al
hombre se le asocia única y exclusivamente con el cáncer de próstata –premisa
que es sin ninguna duda correcta–. Tampoco vemos entre los medios de
comunicación propaganda, información o advertencias para los hombres de este
tipo de cáncer. Las asociaciones que ayudan a los hombres a combatir el cáncer
de próstata parecen ser inexistentes para los medios de comunicación mientras
que vemos prácticamente que a diario una asociación diferente que combate el
cáncer de mamas.
Aún todavía no alcanzamos a ver en dónde queda la igualdad en este
caso, es decir, que exista la misma publicidad para el cáncer de mamas que
afecta tanto a mujeres como a hombres como también que exista publicidad para
el cáncer de próstata que afecta exclusivamente al género masculino. O mejor,
que existan asociaciones que se dediquen a combatir ambos tipos de cáncer y que
por lo tanto ayuden a hombres y mujeres… o que por lo menos se le ayude al
hombre a tomar consciencia de su salud e irse a chequear con el médico no sea
que padezca de alguno de estos tipos de cánceres.
Las feministas radicales afirman que si todos los gobernantes del mundo
fuesen mujeres no habría más corrupción ni guerras.
Se dice que la sociedad machista siempre ha oprimido a la mujer. Que
mientras un hombre siga en el poder, siempre éste va oprimir a la mujer.
También se dice alto y claro que las mujeres fueron las principales
sufridoras en épocas de dictaduras (independientemente si estas fueron buenas o
no), como en el caso de Hitler o Stalin, pero no se está acuerdo con ello,
pasado muchos años ahora pueden negar y despotricar, pero en las épocas de
Hitler y Stalin las mujeres en su mayoría, al igual que los hombres, apoyaban a
los recién mencionados, además, ¿en que se basan que hubo una explotación? En
la sociedad capitalista suele existir una explotación aberrante para los dos
sexos, la mujer solo sirve para parir, y el hombre tiene que trabajar como una
bestia sin poder demostrar sus sentimientos debido a que ”los hombres no
lloran, hay que ser verdaderos hombres”, pero adentrándonos más
exactamente al Tercer Reich y la Unión Soviética, Hitler mencionaba que el
feminismo estaba arruinando la esencia misma de la mujer, el feminismo deseaba
transformar a la mujer en un hombre perdiendo todos los aspectos que posee una
mujer, y en el caso de la URSS pregonaba la igualdad en casi todos los sentidos
imaginables en el caso de los hombres y las mujeres. Para esto último podemos
recordar los casos de mujeres trabajando en minas de carbón por mencionar un
ejemplo.
Pero aquí están las contradicciones mismas del feminismo, Hitler es acusado
de conservador puesto que tiene la idea de que la mujer debe de ser sumisa ante
su esposo y solo debe de cuidar a sus hijos (una visión demasiado simplista y
tendenciosa, que no desarrollaremos ahora), lo cual al parecer es injusto
porque la mujer tiene las mismas capacidades que un hombre y si lo desea, puede
hacer lo que se le proponga, hasta igualar y si lo desea, pasar a un hombre,
pero en el caso de Stalin figura la contradicción, ¿poder hacer los mismos
trabajos que un hombre? A veces Stalin es criticado por mandar a mujeres en la
Gran Guerra Patria (1941-1945), ponerla a trabajar en las fabricas de armas
(Suele verse este aspecto como positivo en territorio estadounidense, pero en
suelo soviético, suele ser visto como explotación femenina), como también
sufrir de los trabajos en el Gulag y/o trabajos que aunque no sean forzados,
requerían de gran fuerza. Esto generaba una visión abominable: ver a una mujer
morir en las minas de carbón. Pero esto es lo único que se ve ante los ojos de
las feministas radicales. Ahora yo pregunto, ¿no habían hombres también
trabajando a la par de esas mujeres y por lo tanto corriendo los mismos riesgos
que ellas? ¡Eso es igualdad! Pero para el ojo ciego es solo explotación por
parte del hombre y no puede faltar el machismo porque las mujeres podían morir
allí. Eso es lo único que importa y nadie se le pasa por la mente que los
hombres corrían con el riesgo de las mismas ominosas vicisitudes.
Ahora para tocar el tema principal de este ítem, también se nos habla de
que de haber más mujeres en el poder –o solo mujeres en el poder-, jamás se
podría conceder algo similar a la Alemania nazi de Hitler entre otras más
probables aberraciones y violaciones a los derechos humanos. Pero como dice la
tan famosa frase “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, es aquí donde
podemos responder a este argumento del feminismo radical «de haber solo mujeres
en el poder no habría corrupción ni guerras». Hitler tenía esposa, como también
Mussolini, Stalin y sin ir más lejos Videla –Ex dictador Argentino-. Ahora aquí
me tomo la oportunidad para citar otra frase tanto o más famosa que la
anteriormente mencionada “solo una mujer puede cambiar y torcer la voluntad de
un hombre”, es decir, todos estos conocidos dictadores y genocidas –y pare
usted de contar los vituperios en su contra- tenían esposas y estas, tanto como
los hombres de aquella época, apoyaron a estos hombres. Sus mujeres seguramente
jamás intentaron doblegar la voluntad de sus maridos, es más, podría afirmar
que estas eran tanto, o más desgraciadas que sus propios esposos. Es imposible
negar la presencia femenina en los desfiles de Hitler y Stalin ¿quién no vio a
las mujeres levantar el brazo y gritar “heil Hitler” a la par de los hombres? –
Las mujeres fueron fieles auxiliares de Hitler desde el principio. Le
despejaron el camino, establecieron contactos y le financiaron.’- ¿Y quién no
vio a las mujeres en los discursos de Stalin cada día de la victoria? Decir que
solo los hombres apoyaron estos regímenes, es una manera de lavarse las manos y
echarles la culpa a otros. Ahora toquemos el punto de «la mujer debe
gobernar», vamos al caso de la famosa faraona Egipcia conocida por todos como
Cleopatra, ella era la gobernante del imperio Egipcio, uno de los imperios más
poderosos en su época, un imperio que podía medirse con el Griego y con el
Romano, en fin ¿Fue Cleopatra mejor que su antítesis Griega o Romana de ese
momento? Mírese ahora en la actualidad el caso de Argentina, Cristiana
Fernández de Kirchner, ella es la sucesora del presidente anterior y viuda de
éste, Nestor Kirchner. La presidenta Argentina, Cristina Kirchner terminó
siendo más corrupta de lo que fue su esposo y presidente anterior a ella. Pero
¿a qué se debe esto? Quizá esto sirva para cortar la raíces de la anacrónica
idea de “esta sociedad está hecha por hombres, los hombres son malos por
naturaleza, si las mujeres subiesen al poder el mundo sería un lugar mejor”.
Con el argumento anterior quedó demostrado que las mujeres pueden ser iguales a
los hombres en corrupción y malicia, incluso alejándonos del campo político,
estudios de piscología demuestran que las mujeres pueden ser más malvadas y
agresivas a la hora de cometer un crimen que involucre un asesinato.
Ahora bien, para retomar el quid del ítem «esta sociedad
está hecha por hombres, los hombres son malos por naturaleza», esta solemne
frase suele ser aplaudida por las feministas, pero si un hombre llegase a decir
que las mujeres son las malas, esto sería condenado con premura como un “acto
machista”. Cabe decir que aunque el hombre sea malo y la sociedad buena o mala,
el hombre ha creado tanto el orden como las leyes, como también medios de
producción para que la mujer pueda subsistir. Sí es cierto que ha existido
abuso por parte de hombres hacia las mujeres desde comienzos de la sociedad
misma, pero las mujeres han sido muy fuertes y han podido demostrar su valía
ante los que en verdad merecen ser llamados no solo “machistas” sino también
“basuras”, “cerdos”, “pusilánimes”.
¿Igualdad de derechos o facilísimo?
Mucho se habla sobre la igualdad entre hombres y mujeres no solo en
derechos, sino también en capacidades físicas como intelectuales, incluso
grupos feministas alegan sobre la superioridad intelectual que poseen sobre las
mujeres en materia de matemáticas y ciencias sociales por mencionar unas
cuantas. En Estados Unidos, se presentó un caso emblemático hace un tiempo, en
donde la mayoría de los exámenes de admisión para la universidad en carreras
relacionadas con la informática, economía y medicina. Uno de esos exámenes fue realizado
para cientos de alumnos que optaron por la carrera de ING en computación. Solo
cien alumnos podían entrar en la carrera de haber aprobado el examen. La
mayoría de los que aprobaron el examen fueron hombres y en menor escala
mujeres. Esto no fue considerado como igualdad sino como ¡MACHISMO! ¿Y qué se
llevo a cabo en contra de esto? Despidieron al profesor que hizo el examen y lo
sustituyeron por otro, luego se repitió el examen con algunos cambios, como por
ejemplo, aún podrían ingresar cien alumnos a la universidad, con la diferencia
de que esta vez sería un 50% de hombres y el otro 50% sería de mujeres. ¿Acaso
esto es igualdad? ¿Por qué no dejar realizar el examen como antes? ¿Qué pasaría
con el hombre número cincuentaiuno? La respuesta es sencilla: no podría
ingresar a la universidad por más bien que haya salido en el examen porque
resultaba que cincuenta de sus compañeros masculinos ya habían sido
seleccionados y los otros cupos quedaron para las mujeres que pudieron haber
sacado una nota un poco o mucho más baja que la del hombre número
cincuentaiuno. En este caso no existió una igualdad de derechos, es más, la
igualdad que había en el primer modelo de ingresos fue aplastada para darle
facilismo al género femenino, y con ello arrebatarles posibilidades a los
hombres que ya habían aprobado el examen con anterioridad.
La igualdad de derechos se ve opacada gracias al facilismo y oportunismo
que se les da a pequeños y grandes grupos, eso quiere decir que las leyes y
derechos son hipócritas y funcionan de acuerdo a intereses. Otro ejemplo de
esto es que en Estados Unidos no puedes decirle “negro” a una persona de tez
negra u obscura (“persona de color” como prefieren decirle los hipócritas y
falsos) porque las leyes pueden funcionar contra ti y pueden generarte graves
problemas que hasta pueden terminar por meterte en una cárcel. Todas las leyes
que amparan a grupos que fueron catalogados en antaño como “minorías”,
funcionan con ese grado de hipocresía, entonces gracias a esto, los conflictos,
las personas; las clases sociales, los movimientos, las ideologías tienen que
ser respetadas gracias a las leyes hipócritas que funcionan como más les
conviene. Otro ejemplo que vuelve a salirse de los estándares del artículo,
pero que no está mal mencionar, es que si una persona de tez blanca agrede a
una persona de tez obscura por razones que no van dirigidas al racismo, sino
por cuestiones personales, la agresión es entonces catalogada como “agresión
racial” o “crimen racial” y puede terminar con la persona de tez blanca en la
cárcel. Ante los ojos de muchas personas es un crimen estrictamente racial
porque gracias a la propaganda mediática ven a las personas o grupos de
personas como un “objeto” que debe ser respetado y tratado con la etiqueta que
las normas le imponen, para que así, la gente que está fuera de esta “etiqueta
social”, no se vea afectada. Por estas razones muchos grupos de afro americano
y de feministas radicales pueden salir a tomar las calles y hablar pestes de lo
que ellos más aborrecen. Tienen el derecho, el tiempo y la oportunidad porque
estos grupos sienten que fueron extremadamente marginados y humillados y ahora
les toca a ellos expresar su ira y desagrado cayendo en el mismo error que
cometieron las personas que los oprimieron en el pasado. Gracias a esto una
mujer puede pronunciar infinidades de vituperios contra un hombre o contra
todos los hombres del mundo si así lo desea, no se verá mal, la prensa le hace
publicidad e incluso la apoyan porque está “expresando su pensamiento”, pero no
ven que lo que sale de ese supuesto “pensamiento” no es más que odio,
discriminación; el mismo discurso de sus “opresores”. En caso contrario, un
hombre no puede expresar su opinión sobre las mujeres de ésta misma forma. Los
grupos feministas lo catalogaran como machista en el mismo momento. La prensa
se encargará de destruirlo, y esto generaría más represalias y odio por parte
de los grupos feministas radicales que tienen todo el facilismo y ventajismo de
las campañas mediáticas y el marketing empresarial.
“Objetivización”
Para concluir con éste artículo hablemos ahora del tema de objetivizar al
ser humano, es decir, convertirlo en un objeto con un fin ruin y que durante el
proceso, al sujeto convertido en objeto se le son violentados todos y cada uno
de sus derechos humanos. Comencemos desde el punto de vista más simple, tomemos
por ejemplo a una mujer que trabaja para la revista playboy, estas
chicas son hermosas, poseen físicos muy voluptuosos y son símbolos sexuales. Su
imagen es comercializada y esto le da ganancias a la empresa y también a estas
chicas. Las chicas tienen un sueldo bastante grande, sin mencionar que poseen
muchos beneficios que les otorga el hecho de trabajar para la playboy:
puertas abiertas para trabajar en la televisión, en otra revista y en la música
por mencionar unas pocas. Hasta este momento, verlo desde éste mismo punto de
vista está muy bien. Pero el lector puede preguntarle a alguna mujer su opinión
al respecto de la revista ya mencionada como también la opinión al respecto de
las chicas que trabajan para esta. Podremos encontrar diversas opiniones, desde
la que nos diga “que está muy bien que trabajen ahí, “que es problema de esas
chicas si trabajan prostituyéndose”, “que son unas zorras”, “unas fáciles”,
“que son hijas del diablo” y encontramos por último los comentarios más
bochornosos y sin argumentos e hipócritas; “esas chicas que trabajan para esa
revista machista son víctimas de la explotación más asquerosa del hombre sobre
la mujer; las están prostituyendo y mostrando como un mero objeto sexual
disponible para la entretención del hombre machista que compre la revista”. En
argumentos como este encontramos fallas muy graves y notables. Las chicas que
trabajan para revistas como la playboy no sufren de explotación, la explotación
no es aquello que sufres cuando firmas un contrato bajo tu propia voluntad,
trabajas horas laborales –o incluso menos- y ganas un salario bastante alto que
supera por mucho al de los médicos e ingenieros. No existe explotación del
hombre a la mujer en estos casos. Una explotación real sería aquella en donde
un hombre tiene atrapada a las mujeres en un cuarto o una casa en condiciones
denigrantes y las obliga a prostituirse con cualquier cliente por pagos muy
bajos y que no llegan a la mujer en cuestión. Ahora pongamos un ejemplo
igual al anterior pero en caso de los hombres. Hombres de buen aspecto físico
que salen semidesnudos posando para el entretenimiento de las mujeres. Entre
las respuestas de las mujeres feministas radicales encontramos una preocupante
respuesta a esto y es “que está muy bien, se ven bastante sexys”, aquí es donde
observamos los fallos argumentales de estas feministas en cuanto a sus
supuestos deseos de igualdad, ¿por qué no opinar que esos hombres también están
siendo explotados y abusados por mujeres como en el caso del primer ejemplo?
¿Es que acaso el hombre no puede ser explotado por una mujer? La respuesta es
que sí. Existe mucha violencia familiar por parte de las mujeres hacia sus
maridos pero estos casos son callados ni se dicen o mencionan en la prensa. Los
hombres la tienen más difícil porque para un hombre decir “mi mujer abusa
de mí”, el hombre que diga esto quedaría en ridículo tanto como ante los de su
mismo género como también ante el género femenino. Gracias a esto, nadie ve que
el abuso existe de igual forma de mujer a hombre como de hombre a mujer, a sí
mismo la explotación puede caer sobre los hombres de la misma forma que sobre
las mujeres. Pero la explotación y la objetivización no son aquellas
banalidades de posar desnudo para una revista. Convertir al sujeto en un objeto
va más allá de esto y es algo que se ha dado desde que existe la sociedad
humana. La verdadera objetivización es la misma esclavitud a la que se le ha
sometido a los pueblos de todo el mundo a través de la historia y que continua
actualmente a pesar de los logros y alcances que hemos tenido en todas las
naciones con lo que derechos humanos se refiere. Tenemos que aprender y
entender que el humano es convertido en objeto nada más cuando se le suprime su
capacidad de pensar, de hacerse sentir escuchado y le son violentados todos sus
derechos humanos, y que esto no cae en las simplemente en las espaldas de las
mujeres como los grupos feministas radicales quieren hacernos creer. El abuso
en toda la historia de la humanidad ha sido empleado tanto por hombres como
mujeres por igual.
Escrito por: Maër Von Ludowin … ”pienso porque existo”
Ragna Rozenvag … Artillero revisionista