En estos momentos tengo tonificada el alma, porque tengo en la mano a un amigo autista, de esos que hablan por los codos: Tengo en las manos un buen libro. Los libros son maestros que nos enseñan, consejeros y amigos fieles. Si te cansas los cierras y se resignan callados. Si estás enfermo te acompañaran sin temor al contagio. Todo el año es aconsejable la lectura, pero en verano debería ser casi obligatorio. Una obligación placentera.
Un amigo me comentaba estoy leyendo “Un mundo Feliz” de Aldous Huxley y “Castillos de Cartón” de Almudena Grandes. ¿Y tú qué libro estás leyendo? Le dije uno ameno y muy ágil.
Los libros se dividen en dos clases: Libros del momento y libros de todo momento. La verdad la lectura estimula el entendimiento, despierta la memoria y no pide nada a cambio. El libro es el salvavidas de la soledad. Solía decir Cayo lucio, hombre docto y muy gracioso, que leyesen sus escritos ni los muy ignorante ni los muy doctos, porque los unos no entienden nada y los otros querían entender más lo que había escrito.
Yo admiro mucho a los que saben escribir bien son ingenieros del alma humana. Muchos escritores señalan que buscan más que un Nº de lectores, relectores.
Estoy hablando del factor y vehículo cultual por excelencia el libro, la verdad que hoy escribe libros cualquiera desde la Chunga , pasando por la –destroza infancias- como la suele llama un amigo a la Sabater , hasta Rosa Quintana, la verdad con este tipo de gentes, hay más negros – es decir personas que escriben el libros para otros- que inmigrantes pasan a diario a España.
Haciendo un poco de historia el hombre de las cavernas, dejo sus huellas en las pinturas rupestres, bastante tenían con la lucha daría de la supervivencia, todo ingenio lo empleo para inventar el fuego.
Pasó el tiempo, y fue cuando empezó a buscar algún material que sirviese para escribir que no fuese piedras, los habitantes del Valle del Nilo encontraron el papiro y industriales del pergamo la piel. Estos dos materiales revolucionaron la cultura, el hombre había descubierto el arma más poderosa del mundo. Superior a la lanza y al puñal.
El descubrimiento de la imprenta y el papel, es sabido que fue el descubrimiento más grande que jamás hubo en el mundo. Ya lo dijo Aristóteles, las letras sirven de adorno en la prosperidad y de consuelo en la desgracia. La lectura es como los alimentos, el provecho no está en la proporción de lo que se come sino en lo que se digiere. Después de todo el hombre de un solo libro es un fanático, el hombre de pocos libros es un escéptico, el hombre de muchos es un pedante.
Lo que está claro que gracias a ellos recordamos todo las épocas y todos los lugares. Te hace viajar con la imaginación.
En las bibliotecas tienen muchos conocidos, pero pocos los tocan y los vuelven a dejar, hombres de sabio ingenio se ven maltratados por mentes y manos torpes. Yo soy de las que tocan los libros de papel y tú?
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