Sin libertad de prensa, no hay democracia
La libertad de expresión es el derecho a hablar libremente, lo que facilita el libre flujo de ideas en una democracia, que precisamente se nutre de este intercambio de pensamientos, opiniones e información, entre sus ciudadanos.
La libertad de prensa garantiza a los medios de comunicación informar a la ciudadanía sobre asuntos de importancia y relevancia que estén sucediendo en el país y en el mundo. Ello contribuye a que los ciudadanos, debidamente informados, puedan formar sus opiniones y posibilitar cambios mediante el sufragio o voto universal, de manera responsable y efectiva, en elecciones y consultas plebiscitarias. Sin libertad de expresión y de prensa, no hay democracia. A veces tomamos estas libertades por sentado, permitiendo, inadvertidamente, que se erosionen por controles o regulaciones gubernamentales que las debilitan, hasta desaparecer, en el peor de los casos.
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