30 de junio 2016
Un viaje a la psique humana de la mano de nuestro reportero Ilustre:
David Gómez Pizarro
Cuando buscas la palabra
inquietud en el diccionario, una de sus acepciones es y cito textualmente curiosidad
o interés intelectual. Ayer en la cita inaugural del festival Cultura
Inquieta se pudo ver sobre el escenario a una de la personas mas inquietas a todos
los niveles, Fermín Muguruza. Para abrir la velada sobre las tablas apareció la
Broken Brothers Brass Band un combo de vientos y percusión que aderezaban de
manera perfecta la ensalada de alegría que iba formándose en las primeras
filas, ritmos bailables a golpe de trombón, saxo y trompeta. Sobrepasada la
media hora de concierto apareció como rezaba el cartel Cabezafuego, (Mermaid,
Basque Country Pharaons, Royal Canal, Atom Rhumba, Bizardunak, Black Lagun,
Half Foot Outside, Jugos Lixiviados...) ataviado como un “elegante chamán”
irrumpió en el escenario con una energía incomiable, azotando los cerebros con
letras lisérgicas e irónicas, a las que personalmente tendré que prestarles
atención y dedicarles un tiempo, quizá sea un bonito
Fermín Muguruza and New
Orleans Basque Orkestra, una apuesta por parte de la organización muy valiente
y que demuestra el gusto y la manera de entender la música por parte de Cultura
Inquieta. 12 años llevaba en el de Irún sin actuar con su banda en Madrid, algo
incomprensible sabiendo su carrera y calidad musical. Un aplauso al festival
por entender la libertad como lo que es.
En el escenario 12 músicos en
perfecta mezcolanza entre Nueva Orleans y las Vascongadas. Teclado, vientos, guitarras y una voz
portentosa por parte la cantante femenina que ponía los pelos de punta. Fermín
Muguruza como director de esta orquesta, daba paso y repaso a su carrera en
Negu Gorriak, Kortatu y sus distintos proyectos en solitario con su nueva banda
como hilo conductor. Muchas emociones por parte de todos los presentes,
empezando por el mismo Muguruza que mostraba su emoción y gratitud durante todo
el concierto. Momentos álgidos cuando sonaban temas como “After Bolquevique”,
“Gora Herria”, “Kolore Bizia”, Etxerat!,
incluso una versión de Rage Against the Machine que nadie esperaba “Killing
in the name” que hizo de las delicias del respetable. Un concierto intenso,
emocionante y cargado de valentía. Para finalizar la banda nos deleito con la
inconmensurable “Sarri, Sarri” con la que llegó la explosión de
felicidad. Que concierto tan grande. Gracias Fermín por persistir. Gracias
Cultura inquieta por hacernos sentir libres en estos tiempo tan convulsos.
Gracias.
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