lunes, 2 de julio de 2018

Rosendo el plato gourmet, del festival cultura Inquieta



ROSENDO
 Crónica: David Gómez Pizarro




Siempre hay una historia que ofrecer y la de la jornada del sábado 30 de Junio, una de las más especiales de este incombustible Cultura Inquieta, era a su vez una velada de esas que conlleva cosas que no son buenas noticias. El eslogan principal del día, que se veía en cartelería y diversos anuncios de festival dispuestos estratégicamente por Getafe, rezaba “Gira despedida de Rosendo”...

Sobre las 20:30 empezaba la fiesta con una banda de la que no pudimos disfrutar, Badlands, pero de la que si hicimos por informarnos a posteriori ya que el poso que dejaron dentro del público es el de los mejores cafés. Rock folk con una columna vertebral de armonías frenéticas y delicadas hechas con gusto y para que la gente disfrute de manera iniciática de la jornada. Guitarra, banjo, teclados, contrabajo... algunos de los instrumentos que mencionaba el respetable. Apuntado queda el nombre de Badlands, os debemos una.

Con el recinto vestido de gala para recibir al maestro, se palpaba en el ambiente que este día se iba a recordar como uno muy especial. A las 21:45 aparecieron esas tres personas que siempre han sabido hacer las cosas con una coherencia y corazón a las que el ser humano no estamos acostumbrados, Rosendo, Rafa, Mariano... muchas gracias. Esta vez no presentaban disco y al ser concierto de “despedida”, se esperaba un set list especial y así fue, no por distinto a otra veces, ni por canciones elegidas para la ocasión, si no porque los conciertos de Rosendo da igual de qué ingredientes se compongan, siempre son plato gourmet y de buen gusto. Desde el primer momento la guitarra inconfundible de Rosendo dirigía a la perfección el desfile de obras maestras a las que Rafa y Mariano se encargaban de manera sensible de proporcionar el aliño adecuado: Por meter entre mis cosas la nariz, Mala vida, Cosita, Cada día, Aguanta el tipo, Loco por incordiar, Navegando, Masculino singular, Vergüenza Torera, Pan de Higo, Agradecido, Flojos de pantalón (espero volver a escuchar ese magnífico solo en directo otra vez), El Tren y una despedida que era de esperar y que todos queríamos, Maneras de vivir. El concierto fue algo corto, coincidimos algunos al echar en falta media hora mas de tiempo y algunos temas, ya cada uno a su gusto; pero espectacular e increíble, como siempre, ni mejor que la última vez ni peor que la siguiente (por favor). Rosendo, se te quiere. Con un latido común, sonrisas eternas, miradas llenas de brillo y un sentimiento de yo estuve allí todos suspiramos y volvimos poner los pies en tierra.

Rulo y la contrabanda eran los encargados de cerrar la jornada, el que fuera líder de La Fuga, ahora con su proyecto en solitario era también plato fuerte para mucha gente que allí se encontraba, pero esa es otra historia...



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